Muchas veces escuchamos decir que Elegguá se asienta en una otá o piedra de río, pero no en una cualquiera. El proceso de recoger la Otá de cada Orisha, requiere de un gran ceremonial y de numerosos ritos.
Las llamadas Otá, simbolizan el poder divino de las deidades y no solo se utilizan en ritos de origen yoruba.
Ota, Okuti o Okuti en el Candomblé, son nombres que representan el mismo significado: una piedra de río o de otros paisajes naturales, que encierra el «poder sagrado» de una deidad, siempre llevado a estos elementos mediante ritos consagratorios.
Cuentan numerosas leyendas en las distintas expresiones religiosas africanas, que el Orisha se marcha de la tierra, va al cielo y después regresa en forma de lluvia. Esa agua llegaba a los ríos y estos se convertían en Otá.
Las piedras sagradas en la Santería
La otá o piedra de cada santo es diferente y se caracterizan por sus colores que representan a las deidades: blancas, negras, amarillas, rosas etc.
En la religión yoruba, las Otá se recogen de los ríos y se les pregunta mediante el Oráculo si pertenecen a algún Orisha.
Si responden afirmativamente, se les lava con el Omiero de Osain del Monte y luego en otra ceremonia, se pregunta al Orisha si acepta ese Akutá, piedra sin vida.
Si la deidad responde que sí, se convierte en una Otá o piedra viva.
En la Otá se refugia la energía espiritual, complementándola. Y esa energía está compuesta de la esencia espiritual de personas ya fallecidas.
Por ello, los santeros indican que una Otá, puede estar cargada de muchas ánimas comunes al mismo santo, por lo cual siempre tiene un Oricha al cual pertenece y representa.
Purificación de los Otanes
La Otá se recoge primero para después determinar a qué Osha u Orisha corresponde y pueden buscarse en diferentes lugares dependiendo de las características de las deidades.
Por ejemplo:
- Para el padre sabio Obatalá, la Otá debe recogerse en la cima de una altura o alrededor de una Ceiba.
- Para Shangó el rey del tambor, la Otá debe estar cerca del mar o al pie de una Ceiba o una Palma.
- La Otá del justiciero Ochosi se recoge en el monte.
- La Diosa del amor Oshún requiere una Otá de río.
- Para la dueña del océano Yemayá, una piedra del mar.
Cuando se recoge la Otá, debe ser sometida a un proceso de purificación de las ánimas, para aumentar sus fuerzas energéticas y depurar las cargas negativas
Después, poseerán esa energía especial que complementará el poder sagrado del Orisha y así protegerán a aquel que la posea.