Según los Yorubas antes de nacer ya se ha decidido que pasará con nuestras vidas y todo esto se produce por mediación del Orí (cabeza o esencia espiritual), quien determina cuál será el propósito fundamental en la vida que el destino nos depara.
Las energías del Universo se alinean y son utilizadas para este fin, para lograr con mayor facilidad el equilibrio siempre con la finalidad de poder vivir con salud, gozo y protección.
Nuestro cuerpo para los Yorubas está integrado en conjunto por todos los Orishas y Oshas, y cada cual cumple un papel significativo.
3 Elementos principales del cuerpo humano:
Nosotros como seres humanos estamos esencialmente formados por tres componentes:
- Orí (Alma),
- Ará (Cuerpo)
- Emí (Espíritu)
1. El Orí, nuestra alma:
El alma está representada por la cabeza, porque es la cabeza quien escoge nuestro destino en la tierra desde el cielo.
La cabeza es la que procesa, la que piensa, la que dispone, la que contiene todo el aprendizaje de antiguas encarnaciones, la que hasta el fallecimiento se encuentra cerrada a nuestra conciencia.
Orí encarga al cuerpo (Ará) como debe actuar y hacer sus movimientos.
Es Orí un sagrado altar que almacena toda comunicación con las fuerzas espirituales que existen.
En el Orí están ubicados tres importantes y conectados centros llamados:
- Iwajú Orí: Viene siendo como un tercer ojo ubicado en la frente donde reside poder espiritual.
- Atarí: Está ubicado en la coronilla de nuestra cabeza, es una fuente de poder espiritual que hace conexión con nuestro espíritu interior a otro nivel.
- Ipakó: Su poder espiritual está ubicado en la base del cráneo.
No es más que nuestro cerebelo y quién manda las acciones en nuestro cuerpo (Ará), no siempre trabaja conjuntamente con el cerebro (Opolo) porque el estómago y los órganos sexuales influyen en él.
Resumiendo:
- El Iwaju Orí concede una percepción misteriosa
- El Ipako facilita la posesión de la persona y cuando ya está poseída por el Orisha, el Ashé de este entra al Orí del médium mediante Ipako.
2. El Ará, nuestro cuerpo:
No es más que nuestro cuerpo físico formado por nuestros Orishas (fuerzas espirituales) y todos nuestros órganos internos.
3. Emí, nuestro espíritu:
Es la hija de Olodumare y este nos la regala para poder vivir.
Emí nos facilita nuestras propias consultas, debates internos, es quién guarda como en un almacén recuerdos de la encarnación, es quién se echa a un lado de nuestro consciente cuando «montamos» a un Osha saliendo por nuestro cuerpo.
Es Emí una bocanada de vida, energía, coraje, fortaleza que nos proporciona el Dios Olodumare cada día en nuestra vida.
Otras 6 partes fundamentales del cuerpo humano en Yoruba
1. Orí Inu, el espíritu interno
El contenedor de Orí Inu es Orí.
Orí Inu está categorizado como nuestro yo interno, la parte más esencial y que no se ve de la vida, es el espíritu interno de cada uno de nosotros, el que hace de cada ser humano un ser independiente.
Existen dos partes del cuerpo (Ará) que afectan mucho a Orí y llegan a hacerle perder el control.
- Uno es el Ipin Jeun (estómago) y
- Òko y Obo (órgano sexual masculino y el femenino).
Orí Inu es un misterio, es nuestro subconsciente, es quién nos transmite el destino y quienes somos.
Este subconsciente está integrado por: Apári Inú y Orí Àpeere
Apári Inú:
La fuente de conciencia, sensibilidad o percepción de cada uno de nosotros, es en sí nuestro carácter, nuestro comportamiento.
Si el Apári Inú es positivo podremos enfrentar cualquier problema de la vida siendo conformes, mitigando penas, evadiendo fracasos, las cosas materiales no importarán, o sea, actuarás con mucha espiritualidad.
En cambio, la envidia, el rencor y los celos son el enemigo número uno porque Apári Inu no servirá y nuestro Orí Ápeere será desastroso.
- Apá ‐significa señal o marca
- Orí‐ significa conciencia
- Inú ‐ significa interior
Orí Àpeere:
Es el destino en la tierra que debe seguir cada persona. Simplemente son los patrones de la conciencia, de nuestra percepción.
Cada uno de nosotros es responsable de los patrones con los que se relaciona.
Los patrones de energía (Odú) son importantes porque a la vez que optes por un destino estás eligiendo un Odú concreto para que guíen tu conciencia a través de una reencarnación determinada.
Subdivisiones de Orí Ápeere o destino:
- Àyànmó Ipin: No puede cambiarse en nuestro destino porque es donde se nace, de quién se nace, o sea estamos predeterminados a ello.
- Akúnlèyan: Se refiere a una solicitud que se hace cuando se pasa de la muerte otra vez a la tierra pidiendo la opción de superar la vida anterior.
Este pedido se hace frente al encargado de construir las cabezas (Ijala Mopin) y Orunmila Eleripin como testigo de la creación. - Akúnlegbá: Aplicada al concepto del libre albedrío, son aquellas situaciones que ayudan a los hechos que se produzcan de forma natural y que acondicionan la ejecución de Akúnlèyan (opción).
Akúnlèyan y Akúnlegbá pueden ser modificados por Apári Inú (el carácter).
Todos los sacrificios que hagamos tanto religiosos como naturales los tendrán en cuenta las deidades para poder vencer todo tipo de obstáculos.
2. Opolo, el cerebro
Es nuestro cerebro y en él a través de los años se guarda toda la información que va a necesitar Orí para poder llegar a comprender, a concienciar, al entendimiento, a la astucia y a nuestro intelecto.
Estos puntos los utilizará Opolo para mejorar su desarrollo y sus diferentes estados de existencia.
El cerebro puede sufrir muchas angustias, particularmente el trastorno de nuestra conciencia o dislocación del cerebro.
3. Okan, nuestro corazón
Nuestro corazón es Okan y es quién bombea sangre a todas las partes del cuerpo y lo mantiene vivo administrando sangre que reparte oxígeno y nutrientes a todo nuestro cuerpo.
4. Abibo, los hemiferios
Abibo habita dentro de Opolo (cerebro) y es familiar de Orí (cabeza, alma).
Está dividido en dos partes:
- Hemisferio derecho cerebral (Akinkin Otun Olo Orun Abibo)
- Hemisferio izquierdo cerebral (Osin Olo Orun Abibo Gongo Orun)
Es Abibo quién nos enseña a mover nuestros miembros y a cómo trabajan estos.
5. Ojiji, la sombra que nos acompaña
Es nuestra sombra, la que siempre nos acompaña donde quiera que estemos.
Quién no tenga sombra realmente está muerto y la sombra puede ser lo mismo nuestra mejor aliada o amiga, como nuestra enemiga.
6. Íponrí, el dedo gordo
Íponrí vive en el dedo gordo, primer dedo o Hallux del pie izquierdo.
Es quién avisa a Orí la dirección que tomará el destino y es donde habitan nuestros antepasados femeninos.
Comprender el poderoso significado de las partes del cuerpo en Yoruba nos regala un poder ancestral de sabiduría sobre nuestra esencia y ser.